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Obispos venezolanos se pronuncian sobre la situación del país

Los obispos de distintas regiones de Venezuela han levantado sus voces en estos últimos días pronunciándose sobre la trágica situación que vive la población del país. En todos los casos han dado testimonio de las problemáticas que sufre la población venezolana. En todos los casos, se pide un cambio en la política

Griselda Mutual – Ciudad del Vaticano

Los obispos de los diferentes estados del Venezuela se han pronunciado en estos días con distintos mensajes, sobre la crisis humanitaria que vive el país y la crisis energética de cinco días que ha tenido en vilo a los venezolanos.

Obstinación de quienes detentan 'de hecho' el gobierno, raíz de los males

El arzobispo de Cumaná, en la Región Nor-Oriental del país, Mons. Jesús González de Zárate Salas, se dirigió a los sacerdotes, religiosas y fieles de la Arquidiócesis de Cumana, y a todo el pueblo que habita en esa porción del Estado Sucre, “movido por la angustia y el dolor que vive el pueblo venezolano como consecuencia de la dramática situación política, social y económica” que golpea el país, que se manifiesta – como es de público conocimiento – en la “muy prolongada y extendida falta de alimentos y medicinas, transporte y seguridad que afectan a la mayoría de la población”, sumada a los lamentables signos de los últimos días “de una mayor precariedad en los servicios públicos, pérdidas de días de trabajo productivo y estudio, inseguridad y muerte causados por una crisis eléctrica nunca vista” en el país, que tiene su origen, “como lo han puesto en evidencia los expertos en la materia, en las inadecuadas políticas públicas, la corrupción en el empleo de los recursos y el reiterado engaño y evasión de responsabilidades por parte de quienes dirigen este sector”.

El obispo señala como raíz de estos males, el hecho ya denunciado en diversas ocasiones por los obispos del país, a saber, “la obstinación de quienes hoy detentan ‘de hecho’ el gobierno de la nación de perpetuarse en el poder con la excusa de salvaguardar ambiguas conquistas populares cuando en realidad sus posiciones responden a intereses personales y partidistas mezquinos que van en detrimento de la legalidad democrática y el sufrimiento de amplios sectores de la población, especialmente de los más pobres”. Además de enaltecer la actitud del pueblo que demuestra su inconformidad por este estado de las cosas, con apego a los valores ciudadanos y democráticos para que se produzca de forma pacífica y según los mecanismos de la Constitución un cambio en la conducción de los destinos del país, el prelado indica en el final del mensaje la necesidad de que los responsables de la actual situación rectifiquen y posibiliten los cambios que cada día “se hacen más necesarios y urgentes”.

Corrupción, falta de planificación y nula inversión deterioraron el sistema

Por su parte, el Administrador Apostólico, Mons. Ángel Caraballo junto con los presbíteros miembro del Colegio de Consultores de la Diócesis de Cabimas, que se sitúa Costa Oriental del Lago, un zona que llega a tener temperaturas de 35º centígrados lo que “aumenta el agobio y la situación de indefensión” del pueblo,  se refiere al hecho “sin precedentes en la historia republicana” del apagón general que el país sufrió durante 5 días, que sumió “en la total inoperancia y oscuridad a un pueblo ya muy golpeado por el hambre, la falta de medicinas y eficaces tratamientos hospitalarios, con una grotesca inflación que reduce a la miseria cualquier sueldo por más atractivo que parezca, y el éxodo de sus hijos buscando mejores oportunidades, que en Venezuela les son negadas”. El obispo alude a las explicaciones dadas por los organismos oficiales sobre el colapso eléctrico “plagadas de imprecisiones y acusaciones que no van a la raíz de lo sucedido”, y que sólo sirven “para tratar de justificar lo injustificable”. “Las explicaciones de quienes conocen en profundidad el sistema eléctrico nacional – prosigue – nos hablan de corrupción, falta de planificación y nula inversión en estos últimos 20 años, que permitieron el deterioro del sistema e hicieron inevitable una caótica situación como la que hemos vivido en estos 5 días”.

Retórica política mientras el pueblo se muere de hambre, sed, penuria

El Vicariato Apostólico de Tucupita, en la persona de Monseñor Ernesto Romero, que comprende el estado venezolano de Delta Amacuro, en el noreste del país, en la región Guayana, escribe también al pueblo “preocupado y alarmado por los últimos acontecimientos suscitados en amplias zonas del territorio nacional a causa de la interrupción del servicio eléctrico”, y da testimonio de haber visto y experimentado “situaciones muy trágicas, que van más allá de un juego político”, que van “desgastando al ser humano en lo social, en lo anímico, en lo mental, en lo moral y en lo espiritual”. Y afirma que “la paralización del servicio eléctrico en casi todo el país no es más que una muestra de la indolencia, desidia, falta de mantenimiento y de la incompetencia del gobierno nacional”. Asimismo, denuncia que “hay un colapso total de todo aquello que permite vivir con calidad: los servicios públicos no funcionan, las instituciones están secuestradas, la corrupción reina descaradamente, no hay control social de los planes administrativos, etcétera”.  Sólo hay “promesas”, dice, que se transforman “en retórica política mientras el pueblo se muere de hambre, sed, penuria, falta de medicamentos, deterioro creciente de los Centros de salud y asistencial”. “Los desafíos y retos plasmados” en la Constitución, “reposan en letra muerta”, lamenta el Obispo, quien también, como los otros pastores, señala la necesidad de que el gobierno de paso a una “nueva forma de hacer política con personas idóneas, capacitadas y éticas”. También en este caso, el llamado va a los militares, para que “dejen de jugar a políticos y se pongan al lado del pueblo”.

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14 marzo 2019, 15:43