REPAM: la fuerza de los débiles en la Amazonía
Manuel Cubías – Ciudad del Vaticano
La Amazonia es más que un bosque
La Amazonia es una realidad muy rica y compleja. Está habitada por 390 pueblos con una identidad cultural y lengua propia, y alrededor de 120 pueblos libres en aislamiento voluntario. Este territorio es compartido por nueve países y es habitado por alrededor de 34 millones de personas. Aquí se produce una gran parte del oxígeno que necesitamos los seres vivos.
La situación de los pobladores de este territorio es grave: la esclavitud, la explotación y la pobreza, no solo están destruyendo la riqueza ecológica del Amazonas, sino también la riqueza cultural de sus pueblos milenarios. Estas acciones constituyen un atentado contra sus derechos humanos.
La iniciativa de la REPAM
Mauricio López, Secretario Ejecutivo de la REPAM declaró a Pope que esta iniciativa eclesial tiene su origen en la búsqueda de concretar los lineamientos del Concilio Vaticano II.
Articular iniciativas eclesiales
Busca, afirmó, articular las presencias eclesiales, que de manera fragmentada, laboran en el territorio amazónico. También, la Red enfrenta los signos de muerte que se hacen presente en el territorio: violencia contra los pueblos originarios, depredación de los recursos por entidades externas que actúan impunemente, despojando a las comunidades de su tierra y en muchos casos, de sus vidas.
La novedad de esta iniciativa está en lograr integrar a todos los actores que laboran en el territorio, con los pueblos que lo habitan, generando una Red, animada por la propuesta del Papa Francisco de la “ecología integral”. Este es el camino para lograr una mayor y mejor comprensión de la realidad.
Lugar teológico
Otra novedad, afirma Mauricio López, es la consideración de la Amazonía como lugar teológico. En él irrumpe la diversidad. Se trata de un bioma en el que los pueblos amazónicos han transitado sin ningún impedimento. Un lugar donde Dios se manifiesta en la naturaleza y en las personas. Para que esto sea pleno, la REPAM debe articular los esfuerzos de todos los actores y así se haga brillar la vida.
Los pueblos, con sus culturas ancestrales, aportan hoy a la humanidad sus conocimientos sobre la relación con la naturaleza y con los otros seres humanos para generar ambientes de encuentro, comprensión y convivencia. Los alimentos, la medicina, pero particularmente su manera de relacionarse con la tierra, el agua y todo lo que existe es muy importante para mantener este bioma vivo.
Cambio de paradigma
Para Mauricio López, el éxito del proyecto REPAM depende de la conversión de la humanidad al medio ambiente. Se trata de romper el paradigma que considera la naturaleza como un lugar donde ir a extraer bienes, que luego convertimos en dinero, por otro paradigma, cuido la naturaleza y la respeto, porque de ella depende la existencia de todos.
Para López, se trata de ver a cada ser humano como parte de una realidad en unión con todos los seres vivos. No estamos aparte. “Necesitamos una mirada integradora de todas las realidades humanas”, afirmó.
Aporte al Sínodo
Afirmó que en la experiencia de la REPAM está irrumpiendo una nueva eclesialidad, que supera las lógicas organizativas actuales y que nos obliga a traspasar fronteras para ponernos en comunión y descubrir allí el compromiso por la humanidad.
La Red también aporta a la Iglesia Universal su reflexión y experiencia en el trabajo por la Amazonía, de manera que han sido llamados por los organizadores del Sínodo por la Amazonia, para colaborar aportando conocimientos que permitan una mejor comprensión de la realidad amazónica.
Mauricio López insistió en que esta no es la única iniciativa de trabajo en Red eclesial. Existen otras en Mesoamérica, la cuenca acuífera del Paraguay, en el Congo y en Asia Meridional.
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