Se dispara la cifra de 箩ó惫别苍别蝉 estonios interesados en recibir al Papa
Mireia Bonilla – Ciudad del Vaticano
El padre Pedro Cervio, sacerdote del Opus Dei, ha sido el traductor de Su Santidad el Papa Francisco durante su Encuentro Ecuménico con los jóvenes estonios que ha tenido lugar esta mañana en la Iglesia Luterana de la capital.
Una visita que “ha superado sus expectativas” – ha asegurado – “sobre todo en cuanto al interés que ha suscitado entre los jóvenes”.
Sorpresa ante el gran número de jóvenes que esperaban al Papa
El padre Cervio explica que el dato que les hizo darse cuenta del gran interés de los jóvenes por el evento fue la cifra de registros: más de 2,500 jóvenes se registraron para asistir a la Misa del Papa Francisco. El problema se vio después, pues la iglesia sólo tiene capacidad para albergar a 1,400 personas. “Con gran dolor de nuestro corazón – dice el padre argentino - nos hemos visto obligados a dejar a bastante gente fuera”. Y continuando con cifras, la Misa del Papa de hoy tenía como objetivo llegar a 10.000 personas, un número que también se ha visto disparado, según la impresión de padre Pedro.
Aunque no sólo le ha sorprendido el interés de la juventud, también el de los colegios de la ciudad, quienes se han movilizado para llevar a sus alumnos al encuentro con el Papa Francisco. Una visita, en definitiva, que les ha dado la oportunidad de descubrir que “hay mucho más interés” del que en un principio pensaban.
Las nuevas generaciones se presentan más abiertas a la religión
A lo largo de estos 7 años, el padre Cervio ha observado que en la población de Estonia existe una gran diferencia de mentalidad entre los jóvenes y los ancianos: “Hay mucha diferencia entre un estonio de menos de 40 años y uno de más de 40 años. Los que no han tenido que pasar por el periodo soviético y han vivido la Estonia libre tienen otra actitud, también mucho más abierta a la religión”, dice el padre argentino.
Crece el número de bautizados en Estonia
Una parte significativa de los jóvenes del país no están bautizados, pero aun así, resulta interesante – dice el Padre Cervio - que “no tienen grandes dificultades en escuchar hablar de religión”, al contrario, “sienten interés”. La realidad que se vive desde hace algunos años es que hay “alrededor de 40 nuevos bautismos” y “nuevas personas que se acercan a la iglesia”.
No hay competencias ni monopolio de fe: todos suman
El padre Pedro Cervio, sacerdote del Opus Dei, misionó desde Argentina hasta Estonia hace 7 años y en la actualidad se dedica a la re-evangelización, además de trabajar como capellán y profesor en dos colegios del país báltico.
A pesar de que hay un pasado cristiano muy lejano y el daño que hizo el comunismo, “todos los que estamos aquí tenemos la sensación de estar en tierra de misión” - dice Cervio – y por tanto nos invade “el deseo de re-evangelizar”; algo que cada uno hace a “su estilo y con sus modos”. Y en esta misión – concluye Cervio - lo más importante es que “no hay ninguna sensación de competencia”: “No hay ningún grupo prioritario que tenga el monopolio de la fe en el país, ni nadie se ofende si ve que hay otras personas también intentando acercar a gente a Cristo o hablar de religión, más bien al contrario, todo el mundo se da cuenta que en este momento todos sumamos y que todo lo que podemos hacer es positivo”.
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