Saludo de la Pastoral Educativa de é澱 por el nuevo curso escolar
Sofía Lobos - Ciudad del Vaticano
"Me dirijo a Ustedes ante el desafío de un nuevo ciclo escolar. Cada año experimentamos este deseo de renovación, ímpetu y curiosidad por aquella nueva etapa del camino que se inicia y de la cual todos somos corresponsables", con estas palabras, el cardenal mexicano Alberto Suárez Inda, Arzobispo Emérito de Morelia y Responsable de la Dimensión de Pastoral Educativa de la CEM, inicia su mensaje dirigido a todos los padres de familia, directivos, maestros y estudiantes, con motivo del inicio del nuevo ciclo escolar.
Fundamental acompañar a los niños en su educación
En su carta, el purpurado señala que es una exigencia "acompañar, con el máximo cuidado y atención personal, a los niños, adolescentes y jóvenes, como primera y más importante tarea", ya que ellos "son la razón de ser del Sistema Escolar Nacional que conjunta esfuerzos públicos y privados, urbanos y rurales, de educación general y especial, en todos sus niveles y modalidades".
Por otro lado, Su Eminencia destaca que los tiempos que vivimos "nos exigen continuar todo esfuerzo positivo que hasta la fecha se haya logrado y también crear nuevas condiciones de diálogo, encuentro y consenso entre todos los actores de la educación, en el día a día de los esfuerzos que estamos llamados a realizar, para alcanzar una educación verdaderamente humana y creativa".
Educar en la integridad de los valores humanos
Asimismo, el Arzobispo emérito de Morelia asegura que en la actualidad, "además de la gestión conjunta del Sistema Escolar que implica administración, leyes, programas, métodos y recursos pedagógicos", la prioridad es poder responder al planteamiento de “¿cómo educar hoy para que cada alumno, sea capaz de llegar a ser constructor de paz, promotor de un desarrollo humano integral y para que pueda ser una persona plena, integral y feliz?”
"La corrupción y la inseguridad, que tanto nos agobian, son signos de que muchos no han captado con claridad el sentido de la vida" - explica el cardenal mexicano- pues "en lugar de abusar, engañar o violentar a otro ser humano, hemos de respetar, amar y ofrecerle condiciones de una vida digna en todo momento".
Lograr la realización de las nuevas generaciones
De igual forma, el purpurado recuerda que los maestros, junto con los directivos, "tienen la misión de tomar en cuenta la realidad concreta de cada uno de los niños y jóvenes de sus escuelas, considerando sus contextos culturales, étnicos, familiares, sociales y económicos. Pero sobre todo, han de confiar en que la disciplina, ofrecida con afecto y razón, es el medio más efectivo para lograr el aprendizaje y la realización plena de las nuevas generaciones".
Y en alusión a los padres de familia, Suárez Inda hace hincapié en que son los primeros responsables de la educación de sus hijos: "esto implica que no sólo deben llevarlos a la escuela, sino que cada hogar ha de ser un espacio de transmisión y vivencia de los valores más profundamente humanos, como el respeto, la generosidad, la búsqueda de la verdad y el ejercicio del amor".
La educación católica exige más fe y caridad
Por último, Su Eminencia observa que los centros de educación católica "han de ser especialmente generosos, comprendiendo que los tiempos difíciles nos exigen vivir la fe, esperanza y caridad con mayor radicalidad", y se despide pidiendo la intercesión de Dios "para que todos podamos servir, promover y enriquecer abundantemente a nuestra niñez y juventud".
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