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San Benito, Patrono de Europa. El tuit del Papa

Se recuerda hoy 11 de julio, el traslado de los restos del Santo de Nursia. Un símbolo de renacimiento para Europa y una esperanza para los lugares donde vivió, afectados por el sisma

Ciudad del Vaticano

“Europa encuentra de nuevo la esperanza cuando pone al hombre en el centro de sus instituciones. ¡San Benito, ruega por nosotros!” En el día de la conmemoración del traslado del cuerpo de San Benito de Nursia,  el Papa Francisco recuerda con un tuit al Santo Patrono de Europa.

Aun hoy, el fundador de la Orden Benedictina continúa representando una “esperanza”, precisamente en los lugares donde vivió, destruidos en el 2016 por el terremoto que afectó a una parte del centro de Italia. Mientras la Basílica dedicada al Patrono de Europa se reconstruye, también este año la Antorcha Benedictina realizó su recorrido por Italia – visitando también Alemania – para llevar su mensaje de paz. En el corazón de quien fue afectado por el sisma están todavía impresas las palabras de esperanza y de “reconstrucción de los corazones” del Papa Francisco, como también Benito fue un faro para el renacimiento del Viejo Continente.

Un astro luminoso en un siglo oscuro

San Benito nació en la pequeña ciudad italiana de Nursia, en provincia de Perugia. Fue definido por San Gregorio Magno como “un astro luminoso” en una época marcada por una grave crisis de valores. En efecto, las enseñanzas de San Benito llegaron después de la decadencia de la civilización romana y fueron fundamentales para el nacimiento de la cultura europea. La obra más importante de Benito, hermano de Santa Escolástica, es seguramente la composición de la Regla: escrita alrededor del 530 d.c. es un manual y código de oración para la vida monacal.

El Santo exhorta a los monjes a inclinar “el oído del corazón” y a “no desesperar jamás de la misericordia de Dios”. Su intuición se volvió una luz no sólo para el monaquismo mismo, sino que fue sobre todo una esperanza providencial para pobres y peregrinos y, por lo tanto, para volver a levantar el destino del Viejo Continente. Después de los excesos de la edad romana y de las violencias de los bárbaros, Benito trajo la novedad de “no mirar a la condición social ni a la riqueza” sino al “sentido de la persona, constituida a imagen de Dios”, como afirmó el Papa Francisco con ocasión de la conferencia (Re)Thinking Europe (Re Pensar Europa) en octubre del 2017.

Cuna del renacimiento para los lugares afectados por el sisma

En aquella ocasión el Santo Padre subrayó que las enseñanzas de San Benito fueron fundamentales para la construcción de los monasterios, transformados después en la “cuna del renacimiento humano, cultural, religioso y también económico del Continente”.

Y es el renacimiento el hilo rojo que vincula la vida de San Benito a lo que el Santo continúa a representar para Nursia y para los territorios circundantes. Pueblos enteros destruidos y dañados por el terremoto del 30 de octubre 2016 – durante el cual se derrumbó también la Basílica de San Benito – pueblos que, sin embargo, continúan a seguir adelante empujados por la voluntad de reconstruir y renacer.

“Una palabra que fue como una cantilena, aquella de reconstruir”, dijo el Papa Francisco el 5 de enero 2017 encontrando en el Aula Paolo VI a las poblaciones afectadas por el terremoto. “Reconstruir los corazones aun antes que las casas – subrayó el Pontífice. Reconstruir el tejido social y humano de la comunidad eclesial”. 

La Antorcha Benedictina, luz de esperanza

También este año Nursia ha sido protagonista del viaje emprendido por la Antorcha Benedictina por la paz. El 24 de febrero fue encendida durante una sugestiva ceremonia, ante los restos de la Basílica de San Benito, para partir después hacia Berlín, elegida este año para hospedar el mensaje de la “Antorcha Benedictina pro pace et Europa una”, “por la paz y la unión de Europa”.

De hecho el fuego viaja por las capitales europeas desde 1964, después de la proclamación por parte del Papa Pablo VI, de San Benito Patrono del Viejo Continente, para recordar a Europa sus raíces cristianas. Antes de llegar a Alemania, la antorcha ha sido bendecida por el Papa Francisco, durante la audiencia general del 7 de marzo, y después de su paso por Alemania, ha concluido su viaje en las ciudades hermanadas de Subiaco y Cassino, con una ceremonia en la Abadía.

En la solemne celebración que concluyó el viaje de la Antorcha en Nursia, el 21 de marzo, en el aniversario de la muerte del fundador de la Orden Benedictina y fiesta patronal en la ciudad umbra, al arzobispo de Spoleto-Nursia, Renato Boccardo, subrayó la necesidad, siguiendo las enseñanzas de San Benito, de “renovar un pacto social y civil, redescubrir las buenas razones de estar juntos y resistir a la tentación del desaliento y de la desilusión” a pesar de los tantos problemas, sobre todo burocráticos, para la reconstrucción post-sisma.

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11 julio 2018, 11:20