Monse?or Romero y los frutos de una vida entregada por amor a Cristo
Sofía Lobos - Ciudad del Vaticano
En el Consistorio Ordinario público del 19 de mayo, el Papa Francisco aprobó el decreto para la canonización de Monseñor Romero, que será "elevado a los altares" junto con Pablo VI y otros cuatro beatos de la caridad.
La ceremonia tendrá lugar el 14 octubre de 2018, en Roma.
En este contexto, en Pope entrevistamos a Monseñor Rafael Urrutia, Canciller del Arzobispado de San Salvador y Postulador diocesano de la causa de canonización de Monseñor Romero y al padre Edwin Henríquez, Vicepostulador de la causa; quienes aprovechando su paso por Roma, nos cuentan cómo se prepara espiritualmente el pueblo salvadoreño para vivir este momento tan importante, no sólo para los creyentes, sino también para la historia de El Salvador como nación.
Asimismo, Mons. Urrutia explica cuáles han sido los momentos de mayor dificultad a la hora de presentar y acompañar el proceso para la canonización del Beato obispo y mártir, asesinado por odio a la fe, el 24 de marzo de 1980 mientras oficiaba la santa misa en la capilla del hospital Divina Providencia, en la capital salvadoreña.
El prelado, profundiza también sobre la historia del milagro que ha sido aprobado por el tribunal de la Congregación para la Causa de los Santos, permitiendo que el proceso vaya adelante y Mons. Romero pueda ser proclamado Santo:
La curación inexplicable de Cecilia, una mujer salvadoreña y embarazada que padecía una enfermedad crítica, y fue inducida a un estado de coma tras dar a luz. Los médicos no veían ninguna posibilidad de vida, pero que sin embargo, ella sanó de manera repentina tras la "oración insistente" de su marido al Beato Romero, suplicándole que curara a su esposa.
Monseñor Romero: "un pastor con olor a oveja"
La figura de Mons. Romero y su apasionado testimonio evangélico como "pastor con olor a oveja" entregado al servicio de los demás, es también un ejemplo concreto de fe, de lucha por los derechos humanos y la protección de los más débiles que inspira, aún hoy, al pueblo salvadoreño y especialmente a los jóvenes, en el deseo de trabajar por la construcción de una sociedad mejor: más humana y más fraterna.
Por otra parte, el padre Edwin Henríquez, quien además de ser vicepostulador diocesano de la causa de Mons. Romero, es Director de la , emisora que fue por mucho tiempo la voz del beato Óscar Romero, así como la primera radio religiosa del país; nos habla acerca de los frutos que nacerán a partir de su canonización para todo El Salvador: "la unidad, la paz y el darnos cuenta que acercarnos a Dios es el camino para descubrir al ser humano, lograr la defensa de la dignidad de la persona humana y renovar la fuerte llamada de este mártir, a luchar por la protección de la vida".
Se trata, sin duda, de los frutos valiosos de una vida entregada por amor a Cristo, dedicada especialmente a los más pobres y abandonados, siendo un testimonio vivo del Evangelio hasta el final.
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