Catástrofe en Guatemala: ?Interesarse por el prójimo es el primer acto de caridad?
Sofía Lobos - Ciudad del Vaticano
El pueblo de Guatemala atraviesa un momento de gran dolor y angustia, tras producirse de manera repentina la erupción del Volcán de Fuego, el más grande de los 14 volcanes de este país, de los cuales cuatro están activos.
La primera explosión tuvo lugar el domingo 3 de junio, causando decenas de muertes, miles de desaparecidos y aproximadamente 1 millón de afectados; que de un día para el otro, no sólo han perdido a sus familiares y seres queridos; sino que se han quedado sin casa, sin trabajo y sin bienes de primera necesidad que garanticen su propia supervivencia.
En Pope hablamos en directo con Monseñor Víctor Hugo Palma Paúl, Obispo de la Diócesis de Escuintla, una de las más afectadas por esta catástrofe natural.
La ayuda concreta de la Iglesia
"En Guatemala hay mucha solidaridad, sin embargo vemos que las ayudas deberán ser proyectadas a largo plazo puesto que los daños son enormes. Se trata de zonas rurales donde la gente vivía de la agricultura, la cosecha y el trabajo de la tierra. Ahora no queda nada, está todo sepultado por la lava", añade Mons. Palma Paúl.
¿Cómo colaborar desde la distancia?
El Gobierno debe contribuir con ayudas a "largo plazo"
Asimismo, nuestro entrevistado destaca la admirable labor de empeño y organización de los equipos de bomberos, de rescate y de asistencia médica; mientras subraya que las autoridades gubernamentales "deben comprometerse para que las ayudas a las víctimas sean también a largo plazo", es decir, ayudar en la reconstrucción de las casas, las instalaciones y la recuperación de los terrenos; haciendo todo lo posible por la recuperación de la gente.
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