Mons. Pedro Barreto: “Es una llamada para un mayor servicio a la Iglesia”
Renato Martinez – Ciudad del Vaticano
“En este último trecho de mi vida, esta designación no es una dignidad, sino es una llamada a un servicio mayor a la Iglesia, a los pobres y a la Amazonía”, con estas palabras llenas de emoción y perplejidad, Mons. Pedro Ricardo Barreto Jimeno, S. J., Arzobispo Metropolitano de Huancayo, Primer Vicepresidente de la Conferencia Episcopal Peruana, describe a Pope sus sentimientos y expectativas tras conocer la noticia de que el Papa Francisco lo ha elegido como nuevo Cardenal de la Iglesia católica.
Recibí la noticia viajando
“Me entere de la noticia el mismo Domingo de Pentecostés en el Aeropuerto de Madrid – afirmó Mons. Barreto – mientras venía a Roma para la visita que la Presidencia de la Conferencia Episcopal Peruana realiza a los diversos Dicasterios de la Curia Romana y la audiencia con el Santo Padre… Fue ahí que empecé a recibir las felicitaciones de muchas personas, por la elección que el Papa Francisco me había hecho como Cardenal”.
Un servicio mayor a la Iglesia
“Esto me desconcertó porque no sabía absolutamente nada – explicó el Arzobispo de Huancayo – y lo considero como un fruto del Espíritu Santo y en este sentido, lo que me exige ahora no es un servicio más, sino el mayor servicio a la Iglesia. Me parece – agregó Mons. Barreto – que en este último trecho de mi vida, esta designación no es una dignidad, sino es una llamada a un servicio mayor a la Iglesia, y a los pobres”.
Cardenal significa estar al servicio
“Ser Cardenal – señaló el Vicepresidente de la CEP – tiene dos características fundamentales: la primera es ser un colaborador muy cercano del Papa, en este caso del Papa Francisco; segundo, estamos llamados para el servicio a la Iglesia, un mayor servicio a los pobres, un mayor servicio especialmente a la Amazonía. Estoy muy perplejo todavía – señaló Mons. Pedro Barreto – son pocas horas que llevo de haber sido elegido por el Santo Padre como Cardenal, el escuchar mi nombre en la alocución del Regina Coeli en la Plaza de San Pedro me estremeció por dentro – agregó – lo considero como pura gracia de Dios, no tengo ningún merecimiento para eso, todo lo que soy y todo lo que tengo es de la Iglesia, de la Compañía de Jesús, de mi familia a los cuales debo agradecer a Dios. Por eso, estamos disponibles – concluyó Mons. Barreto – para el servicio y el mayor servicio para la mayor gloria de Dios y el bien de nuestros hermanos y hermanas”.
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