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Jornada de oración, de ayuno pero también de limosna para los participantes en el Sínodo, llamados hoy a realizar un gesto concreto de caridad en favor de la población de Gaza. El cardenal Konrad Krajewski, limosnero pontificio, tomó la palabra esta mañana tras el discurso del cardenal Jean-Claude Hollerich, relator general, en la apertura de los trabajos de la IV Congregación y anunció que este mismo día, 7 de octubre, que el Papa ha pedido dedicar a la penitencia y a la oración, promoverá una colecta por la tarde.

Limosna para la parroquia de Gaza

La recaudación se destinará a la población de Gaza agotada por los bombardeos y el hambre, en particular para la parroquia católica de la Sagrada Familia. Se trata de la parroquia mencionada en innumerables ocasiones por el Papa Francisco, dirigida por el sacerdote argentino padre Gabriel Romanelli, a quien el Pontífice dijo llamar por teléfono todos los días, y que acoge a refugiados de diferentes orígenes y religiones.

Unidos en la oración y el ayuno

«El Santo Padre -se lee en un comunicado de la Elemosineria Apostólica- nos ha pedido hoy que estemos particularmente unidos en la oración, y en la oración, el ayuno implorando la paz para el mundo entero. Pero la oración y el ayuno no se hacen sin la limosna, que debe hacernos sufrir, también debe dolernos, porque renunciamos a lo que nos pertenece para dar al prójimo que está en dificultad o incluso muriendo».

Con una cesta ante el Aula Pablo VI

Por la tarde, por lo tanto, «don Corrado», antes del comienzo de la sesión vespertina, «se colocará con la cesta (grande, enorme) delante de la puerta central de entrada al Aula Pablo VI, para recoger limosnas que luego serán enviadas directamente a la Franja de Gaza al párroco de Gaza, que desde hace un año, cada día santo, ha sido llamado por el Santo Padre para apoyar a la comunidad que se ha reunido y vive en torno a la Iglesia (cristianos, musulmanes y judíos juntos)». «El Monseñor», reza la nota, “nos pide que estemos bien preparados”.