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En Sudán, hace dos días, cinco niñas murieron y 20 niños resultaron heridos en ataques perpetrados en la ciudad de El Obeid, estado de Kordofán, durante los cuales las balas alcanzaron la escuela secundaria femenina de Al-Khansa y un mercado abarrotado de gente. El domingo, una granada alcanzó un espacio amigo de la infancia apoyado por Unicef en Al Hattana, estado de Jartum, matando a dos niños e hiriendo al menos a otros ocho. Estos ataques se suman a los perpetrados contra instalaciones sanitarias en otras partes del país. La denuncia de estas tragedias procede de Unicef.

Escuelas atacadas

En un comunicado, el representante de la organización en Sudán, Sheldon Yett, afirma: «En Sudán, la mayoría de las escuelas permanecen cerradas por segundo año escolar consecutivo. Más de 17 millones de los 19 millones de niños en edad escolar están sin escolarizar. Más de 110 escuelas y hospitales han sido atacados desde el comienzo del conflicto y cientos de escuelas están siendo utilizadas como refugios para desplazados internos, lo que limita el acceso a la educación en las zonas donde las escuelas se han abierto parcialmente».

Niños privados de educación

«Los ataques a las escuelas representan una grave violación contra la infancia - firma Yett-, ya que interrumpen y privan a los niños de su educación. Las escuelas proporcionan un entorno seguro para el aprendizaje, protegiendo a los niños vulnerables de abusos y peligros físicos».

Violencia, muertes y abusos

Según cifras de Unicef, miles de niños han muerto o han resultado heridos desde que comenzó la guerra en abril de 2023. Muchos más han estado expuestos a otras violaciones graves, como violencia sexual y reclutamiento o utilización en el conflicto. Las violaciones graves contra los niños se han quintuplicado de 2022 a 2023 y en 2024 siguen produciéndose violaciones graves generalizadas.

Llamamiento

Unicef sigue pidiendo a todas las partes que pongan fin a los ataques contra instalaciones e infraestructuras civiles, incluidas escuelas, hospitales y centros de salud, y que tomen todas las medidas necesarias para proteger a los niños de acuerdo con las obligaciones que les impone el Derecho Internacional Humanitario. «Las escuelas -subraya el representante de la ONU en Sudán- ofrecen a los niños del país devastado por la guerra la oportunidad de aprender, jugar con sus amigos y ayudarles a superar traumas. Los ataques contra escuelas, instalaciones sanitarias y otros objetivos civiles deben cesar inmediatamente».