Vigilia por los misioneros ³¾¨¢°ù³Ù¾±°ù±ð²õ, Farrell: necesarios modelos de vida cristiana
Gianmarco Murroni - Ciudad del Vaticano
Un corazón ardiente es el símbolo elegido para recordar la fuerza del testimonio de los mártires que, con su sacrificio, encienden una luz y entibian el alma de enteras comunidades cristianas. Como la luz de las velas que se encendieron ayer, martes 26 de marzo, en la basílica de San Bartolomé, en la Isla Tiberina, santuario de los nuevos mártires y testigos de la Fe en los siglos XX y XXI. Una vela por cada mujer y cada hombre que dieron su vida para difundir el mensaje de Dios por el mundo. Durante la celebración, se evocaron los nombres y las historias de religiosas y religiosos, laicos y pastores; católicos, pero también ortodoxos, anglicanos y evangélicos, en nombre de ese "ecumenismo de la sangre" tantas veces evocado por el Papa Francisco.
Mártires modernos
Se encendieron velas por los mártires del comunismo, entre ellos el metropolitano ortodoxo de Petrogrado, Veniamin; por los cristianos asesinados durante la guerra civil en España, en particular el beato Zefirino por los mártires del nacionalsocialismo, entre ellos el pastor reformado Paul Schneider, san Maximiliano Kolbe y el beato Franz Jägerstätter; por los mártires asesinados por la mafia, como el beato Pino Puglisi, don Peppe Diana, don Graziano Muntoni y la juez Rosario Livatino. El recuerdo de los misioneros mártires ha llegado a todos los rincones de la tierra, pasando por Europa, Asia, América y África. En los últimos años, el Santuario se ha enriquecido con el recuerdo de la Hermana Maria De Coppi, comboniana de ochenta y cuatro años asesinada en el norte de Mozambique, y de la Hermana Luisa Dell'orto, hermanita del Evangelio de Charles de Foucauld, asesinada en Haití.
El mensaje del cardenal Farrell
"Los cristianos perseguidos nos muestran, en todas las épocas, que nada es superior al vínculo con Cristo". Estas fueron las palabras del Cardenal Farrell en su homilía durante la celebración. "En los mártires vemos que la comunión con Jesús es mucho más preciosa que la vida terrena, que los lazos familiares, que todo". A continuación, Farrell se detiene en los conflictos y la crueldad que asolan la sociedad moderna: "Somos testigos de tantas manifestaciones de violencia en el mundo de hoy, de tantas personas indefensas que mueren en las guerras, de tantas víctimas del fanatismo religioso, de tantas mujeres asesinadas incluso en el hogar, de tantos niños muertos en Gaza. Sin embargo, pocos luchan por la paz. Los mártires llevaban la paz en el corazón y por eso, con su muerte, detuvieron la espiral de violencia".
Modelos de vida cristiana
"Estamos llamados a recordar el testimonio de hombres y mujeres de buena voluntad que han dado su vida por la causa del Reino de Dios. Quizá nunca sea tan importante como hoy tener presente que hacen falta estos extraordinarios modelos de vida cristiana", dijo a Pope el padre Giulio Albanese, director de la Oficina para la cooperación misionera entre las Iglesias de la diócesis de Roma, al margen del evento, recordando su propia experiencia en África: "Yo mismo corrí el riesgo de acabar así cuando, hace unos 20 años, fui secuestrado en Uganda junto con dos hermanos. En aquella ocasión acabamos ante un pelotón de fusilamiento. Fue realmente un milagro que consiguiéramos salvarnos".
Los mártires defienden la vida
También estuvo presente en la celebración monseñor Marco Gnavi, responsable de la Oficina para el ecumenismo, el diálogo interreligioso y los nuevos cultos de la diócesis de Roma: "Es una celebración en el santuario de los mártires contemporáneos, que se enriquece año tras año con nuevos recuerdos. Esto significa que los cristianos siguen muriendo: mueren porque viven plenamente el Evangelio, porque defienden la vida. Ciertamente, no desean la muerte, al contrario, intentan combatirla". Una celebración que forma parte de la Semana Santa, un momento que da aún más sentido a la memoria de estos mártires, como explica don Angelo Romano, rector de la basílica de San Bartolomé: "En las historias de los mártires, en filigrana, podemos ver repetida la Pasión de Jesús: son hombres y mujeres que eligieron seguir al Señor hasta la cruz. Por eso, recordarlos durante la Semana Santa tiene un significado muy profundo".
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